La potente borrasca atlántica que se ha transformado en el antiguo huracán Kirk ha superado todas las previsiones en La Rioja, donde la estación invernal de Valdezcaray ha registrado una racha de viento impresionante de 189 kilómetros por hora, situándose como la segunda mayor de España. Este espectacular registro, medido a 1.630 metros de altitud, solo es superado por los 205 kilómetros por hora registrados en el Mirador del Cable, en el Parque Nacional de Picos de Europa, Cantabria.
A medida que el viento ha azotado la región, La Rioja ha sido puesta en alerta naranja por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Esta advertencia se extiende desde las 9 hasta las 20 horas de este miércoles, con una probabilidad que oscila entre el 40 y el 70 por ciento de experimentar fenómenos de vientos fuertes. Según Aemet, las rachas máximas podrían alcanzar los 120 kilómetros por hora, lo que podría causar importantes interrupciones y daños en la infraestructura local.
La comunidad ya ha comenzado a sentir los efectos de esta borrasca. Mientras Valdezcaray lidera el ranking de las rachas más fuertes, la estación de esquí de La Covatilla en Salamanca también ha reportado vientos significativos de hasta 165 kilómetros por hora, evidenciando la magnitud del fenómeno que se extiende más allá de La Rioja.
Con la población en estado de alerta y los servicios de emergencia preparados para responder a cualquier eventualidad, la situación meteorológica ha obligado a muchos habitantes a modificar sus planes y a permanecer en casa mientras la borrasca continúa su paso por la península. Este evento no solo destaca la fuerza de la naturaleza, sino que también pone de relieve la necesidad de una preparación adecuada ante fenómenos climáticos extremos que, cada vez más, se están convirtiendo en una realidad habitual en la región.